domingo, 12 de octubre de 2025

14

   El Paco sacó bigotes y pelos en los sobacos. La madre siempre se para en la esquina de la rotonda a la noche. Él llora en el tanque de agua del techo y quiere irse de la casa.
   La Caro y yo vendemos alfajores de maicena casa por casa. Antes de ayer fue a golpear a una y yo me fui a la de la esquina. Al rato vino llorando, con las patas chorreadas de sangre.
   —¿Qué te hicieron? —le grité.
   —No séeeee.
   —¿Pero quién era, qué te hizo?
   —Me empezó a salir sangre, llevame.
   Al otro día, en el cine, el Paco explicó lo de la menstruación y nos dio asco. Fuimos con la Mica y la Caro a ver esa película de Luis Miguel. En una parte le cortan la pierna, y las chicas lloraban. El Paco dijo que era por la menstruación. Que las mujeres cuando sangran se la pasan llorando por cualquier cosa. Después el Pelu también se largó a llorar y nos reímos. Nos echaron del cine.
   Ahora quiero escribir eso en un cuento. No sé cómo hacer. Corro al kiosco a comprar un cuaderno. Entro y la veo a la Caro de espaldas eligiendo chocolates. No quiero comprar un cuaderno adelante de ella: se va a creer que soy un oreja de la señorita o un maricón.
   —Atendelo primero a él —le dice a la Marta.
   No sé qué inventar. Ya sé: ¡una calcomanía de V–Invasión Extraterrestre! La Marta me dice que no tiene. No sé qué pedirle, me mira apurada. Le digo:
   —Un cuaderno.
   Pregunta cuál y le digo que uno caro, pero me acuerdo que no puedo gastar toda la plata en el cuaderno. La Marta muestra varios, y sin verlos, le digo:
   —Ése.
   Entonces lo saca y lo lleva al mostrador y lo veo. Es un cuaderno de nena, fucsia con estrellitas. No aguanto la vergüenza. La Caro se lo pide a la Marta.
   —Qué precioso —dice—. Si a mí me regalan uno de éstos, me muero.
   Y ahí le digo a la Marta que lo envuelva para regalo. La Caro se pone colorada. Me salvé y quedé joya. Le pago a la Marta, agarro el cuaderno y me voy.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario