viernes, 17 de octubre de 2025

El primero de Pasadena

 

Estas son las palabras que nos sobrevivieron, 

fuimos extraños arrojando las cenizas de un aduanero 

al viento del domingo. 


Los añejos panteones argentinos

son perros pila petrificados 

que pronto habitaremos.


Cansa el pecho tártaro, 

cansa, además, 

que a las pulsiones del cuerpo 

las monte la palabra.


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